sábado, 26 de junio de 2010

Revisionismo

Magnífico artículo de Santos Juliá. Nunca le había leído u oído tan claro. Lo que dice es de una obviedad que sorprende que sorprenda.
Pronto habrá respuestas. Los mitos no se dejan vencer fácilmente. La República repleta de democrátas volverá a reivindicarse.

sábado, 19 de junio de 2010

Compromiso

"Compromiso político", "un hombre comprometido". No hace falta más. Bueno, algo de genio y creatividad. Ya tenemos nuestro santo laico.

R.I.P.

miércoles, 9 de junio de 2010

Por seguir

El País sigue siendo un gran periódico, a veces algo escorado (lamentablemente en aumento), pero que te permite leer esto y, sobre todo, esto.

Tal vez acabes así. Pero es mucho Levi para nuestros patriotas propalestinos siempre con las ideas muy claras. Y no entro en lo de los homosexuales, un reflejo más.

¿Cuándo veremos algo así entre nuestros patriotas?

domingo, 6 de junio de 2010

De nuevo

El conflicto en Oriente es como el turrón por Navidad, siempre vuelve y siempre estará ahí. Es un conflicto "desagradable" porque no hay buenos o malos, culpables e inocentes puros. Obliga a medir, a reflexionar y a estudiar los grises. Refleja nuestra naturaleza. No podrá haber vencedores ni vencidos claros al final.
La complejidad del conflicto aumenta al ver la división entre los propios palestinos (Hamás y Fatah), la escalada nuclear de Irán, la situación internacional, los conflictos de poder internos en Israel,... Como se ve, no parece algo para despacharse a partir de unos cuantos prejuicios, modas y demás caprichos. De hecho, uno anda de allá para acá de vez en cuando sin saber dónde agarrarse fuerte.

La polémica por el asalto a la flotilla "humanitaria" ha despertado de nuevo las pasiones. Aunque en España parece dominar la postura propalestina (leer El País es significativo en ese sentido, teniendo que ser un extranjero el que salga en defensa de los hebreos), no puedo evitar, como occidental (da miedo solo decirlo), sentirme más cerca de Israel. Creo que su modelo se acerca mucho más a lo que cualquiera de nosotros acepta y desea. Esto es algo que las mayoría de regímenes de los alrededores no defiende.



El poder militar israelí se ejerce en muchas ocasiones de forma arbitraria. Es lo que da la fuerza, el miedo y algún sentimiento de superioridad/desprecio por los vecinos sojuzgados. A pesar de ello, ese poder podría haber ido mucho más allá en un marco hóstil de países y gentes deseosos de echar al mar a estos "invasores". La presión internacional y la propia democracia israelí lo han impedido.

El bloqueo de Gaza (compartido por Egipto, no se olvide, tampoco muy amigo de Hamás) no resulta admisible pero es comprensible el miedo. Están muy cerca los miles de cohetes lanzados y el no reconocimiento por Hamás de Israel. A la vez está una población que sufre el bloqueo, sin posibilidades económicas y que vive casi de la caridad internacional, y que se radicaliza (Israel espera que el cerco produzca el fenómeno contrario). Los fenómenos de acción-reacción son entonces imparables.
Un efecto ha sido éste. Israel ha actuado torpemente ante una provocación preparada por una organización que tenía en buena medida poco de pacifista y humanitaria. Si quiere la paz, deberá correr riesgos ante los que no la quieren aunque ello pueda ser una amenaza temporal a su seguridad. El desmantelamiento del muro de Cisjordina y de los asentamientos de colonos son los pasos necesarios para ello (la vuelta de los emigrados y Jerusalén quedan para más adelante). Debe elegir.