jueves, 17 de mayo de 2012

Vía Nihil Obstat el siguiente video.

 

No sé yo Keynes pero los del Plan E no estarían muy de acuerdo, al menos hasta hace unos años.

Como todo, tiene su truco. Imaginemos que el gamberro y su efecto sobre el panadero sean el Estado, esto es, los que inician la deriva del gasto. Pero si el panadero no tuviera un estímulo para gastar porque la situación no es buena y tiene miedo por su negocio en el futuro nunca se atrevería a comprar un traje. Sin un estímulo exterior no compraría nunca el traje.

El libre mercado y sus limitaciones.

Y no hemos de empezar por un destrozo más bien debiéramos imaginar que el Ayuntamiento le da al panadero una subvención para comprar algo. Estimular la demanda cuando ésta tiene miedo. Parece razonable. Pero ¿y los límites? No resulta viable mantener artificialmente inflada esa demanda con dinero público cuando no resulta realmente productiva y se agota en sí misma. El déficit y la deuda consiguiente lo que hacen entonces es agravar el miedo del panadero a gastar cuando ya no hay capital para más estímulos públicos. Y el pobre panadero verá además cómo le suben los impuestos. El resultado acaba siendo aún peor. ¿España?

Keynes y las limitaciones.

Las dos versiones en la serie El ala oeste de la Casa Blanca







Una recomendación. Otra vez una serie. The black mirror. La cantidad de puntas que podemos sacar.  Para lo bueno y lo malo. El futuro y sus miedos. Hay excesos pero mi cabeza da vueltas. Es ya suficiente a pesar de cierta puerilidad y sensacionalismo.

Mejor no veáis el siguiente video que analiza el fenómeno pues hay cierto spoiler y es mejor ver cada capítulo sin tener ni idea de lo que van. Dejadlo para después.