miércoles, 3 de diciembre de 2008

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Un asesinato más. No puedo dejar de imaginar cómo estarán los otros empresarios amenazados que se hayan negado a pagar. La palabra "miedo" no creo que alcance a explicarlo.
Durante el reciente festival de cine de San Sebastián hubo un atentado, la organización se limitó a emitir un comunicado de condena. No hubo más. No vimos a ningún intelectual organizando alguna movida. De hecho no recuerdo haberlo visto nunca en San Sebastián. Qué fácil es defender la libertad de los que viven muy lejos.
El estado de terror permanente que se debe vivir entre quienes no aceptan el ideario nacionalista se acepta como algo normal. La gente se preocupa por las focas, por Bush, por la Iglesia,... Y esto lo tenemos aquí al lado.
La sociedad vasca está enferma. Produce asco a quién la contempla aparentando una cierta normalidad mientras algunos pasean con escoltas y otros callan para no ser identificados como traidores a la patria. La otra mitad saca a pasear al perro sin problemas y acude a los mítines de su partido sin tener que esconderse. La normalidad y el orden de los cementerios parecen querer decirnos.
Recientemente, uno de estos héroes contemporáneos, Iñaki Arteta, ha realizado una nueva película documental sobre las víctimas. Tras Voces sin libertad y Trece entre mil ahora llega El infierno vasco. Se sitúan en la línea de la magnífica Asesinato en febrero de Querejeta. Merecen la pena.


El infierno vasco (trailer)


Trece entre mil (trailer)


Trece entre mil (La historia de Ramón Baglietto)

Frente a esta visión que contrapone víctimas y verdugos tenemos esta otra en la que ambos son equiparados de forma indecente. Esa pretendida objetividad, esa visión equidistante entre el que amenaza y es amenazado. Ahora mismo, y creo que hasta que finalice el terrorismo en la zona, no estoy dispuesto a que se de una visión amable de estos tipejos. Es como si dijéramos que un nazi era un amante padre de sus hijos pero que, vaya por Dios, dedicaba sus ratos a liquidar judíos para salvar a la humanidad. Lo que es inconcebible en un caso no lo es en el otro, al menos en España.

La pelota vasca. La piel contra la piedra



El cine de ficción (aquí, aquí , aquí , aquí o aquí algunas opiniones diferentes sobre el asunto "cine y terrorismo") ha abordado varias veces la cuestión terrorista pero centrada fundamentalmente en el asesino. Ya se sabe, los malos siempre tienen algo inquietante que nos perturba más. Desde su organización hasta su carácter pasando por sus disensiones internas (Yoyes). Muy recientemente se estrenó Tiro en la cabeza que trata de mostrarnos que los terroristas también son humanos,es decir que también cagan y no son demonios las 24 horas del día(para esto no hacía falta hacer una película)


La fuga de Segovia


Yoyes


El viaje de Arián


Entrevista con Jaime Rosales, director de Tiro en la cabeza

Recientemente sin embargo ha aparecido una estimable visión en la que la víctima ocupa un papel protagonista. Se trata de Todos estamos invitados de Manuel Gutierrez Aragón.


Aquí un listado más a fondo.

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