domingo, 5 de abril de 2009

Afganistán y las mujeres

Leo en la prensa que parece haberse aprobado una nueva ley en Afganistán que regula la relación entre hombres y mujeres y que -cito el texto crítico de Soledad Gallego- "obliga a las mujeres afganas a pedir permiso a sus maridos para salir de casa y a depender completamente de ellos para poder recibir ayuda médica, educación o buscar trabajo. Tampoco pueden rehusar tener sexo con sus cónyuges." La articulista, indignada por el tema, exige responsabilidades e incluso replantearse la presencia en aquel país. Al parecer, la medida ha sido aprobada por el presidente afgano Karzai para lograr el apoyo de los shiíes.

La cuestión que se me plantea es si debemos imponer, los occidentales, las leyes que consideremos justas y morales en Afganistán al ser nosotros los que militarmente imponemos el orden en parte de ese país. Si se admite esta clara injerencia (mayor aún que la de controlar militarmente el país) no veo problema alguno. Ahora bien, ¿aunque vaya contra el sentir de buena parte de la población?. ¿Se les puede obligar a respetar la Declaración de Derechos Humanos? Aun recuerdo las críticas por el mismo deseo de Bush, aunque pudiera ocultar otros motivos, a la hora de actuar en Irak (no he tenido tiempo de tirar de hemeroteca para ver qué pensaba nuestra articulista). El problema es que si abandonamos a Karzai, muy seguramente, los talibanes se hagan con el poder y las cosas vayan a peor en el sentido ocidental. Los principios y la práctica política, sobre todo a nivel internacional, casan bastante mal. Este buenismo europeo que parece anteponer los principios está sometido, sin embargo, al pragmatismo norteamericano que es, al final, el que actúa.

Doña Soledad dice que es inaceptable el asunto e incluso parece sugerir una salida española del país. No sabemos si escribe como moralista o periodista experta en análisis internacionales. Y lo curioso es que se nos queda ahí. No va más allá, tal vez no le interese. ¿Sugiere condicionar la ayuda a Karzai a cambio de retirar la Ley?, ¿y en caso de no aceptar éste? ¿Es consciente de lo que significa la salida de los occidentales del país?, ¿por qué no afirma abiertamente que hay que obligarles a imponer lo que creemos que es justo y extender el modelo occidental al mundo incluso por la fuerza? Quedan muy bien las palabras cuando no cuesta trabajo pronunciarlas ni tienen mayor trascendencia.

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