domingo, 3 de agosto de 2008

Ambiciones

Leo en una entrevista a un político, y ante la pregunta del difícil cumplimiento de ciertas promesas electorales, que éste responde "Los programas electorales parten de las situaciones económicas de cada momento y de unas ambiciones que pretenden ir más lejos. A mí esa estrategia me parece lícita, se plantea por todos los partidos políticos, pero luego la realidad es la que es, y tenemos que adaptarnos." Poco antes, ante otra cuestión similar, había añadido que "Yo siempre vi esta declaración más bien como una ambición que como un análisis técnico".

A uno no le pilla ya nada de sorpresa pero es evidente que, a la vista de los hechos, hemos de interpretar que los programas electorales son proyectos de ambiciones, por muy imposibles que sean. No será difícil luego justificar su incumplimiento o reforzar su olvido. El elector, lógicamente, se tiene que sentir más atraído por una "ambición" que por una triste promesa que va a cambiar poco su vida. ¿Quién se atreve a ofrecer realidades frente a esperanzas y ambiciones?



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