sábado, 28 de junio de 2008

Marea roja


Son momentos de invasión de la "marea roja", que se me hace tan sofocante como este calor que ya nos cerca. Algunos tenemos aire acondicionado pero a la "marea" es difícil combatirla. Te abres un poco a la realidad, es decir, a los medios de comunicación, y allí está como en esas películas de "serie B" de los años 50 con extraterrestres invasores. A veces me produce rubor (tal vez se confunda con el de la "marea roja") el patrioterismo, el periodismo provinciano hecho burocracia al servicio del beneficio, la exaltación de los valores, la abuela que sale en la tele... Y lo peor de todo es que me gusta el fútbol y me asquea esta parafernalia optimista. Aparecen los adivinos sobrevenidos que ya sabían lo que iba a pasar, los convencidos de la capacidad de estos jugadores,... a pesar de ganar a Italia en los penalties.

Tan imbuido del rojo estoy que leo una entrevista publicada en Babelia donde el entrevistador nos ofrece una mirada amable, positiva otra vez, de un comunista de los de la vieja escuela. Ya sabemos, un idealista que respira romanticismo y buen toque, como nuestra selección. Un tipo que apoyó la dictadura comunista soviética hasta lo de Afganistán, eso fue demasiado.

Nos quedan las Olimpiadas en China. Más rojo. Una dictadura que encarcela sin problemas y a la que el pragmatismo y el beneficio ha blanqueado parcialmente.

Las letras también se m aparecen rojas.

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