Una medida que, a pesar de su alto costo, me parece positiva. Ello se une al nuevo Código Técnico de Edificación que obligará a la construcción de "hogares verdes". A pesar de que las energías alternativas de momento no son alternativa de nada, obligar a los constructores (y por tanto a los futuros moradores) a preocuparse por el consumo y reducir el mismo, aunque sea en un porcentaje pequeño en principio, es algo deseable.
Es evidente que nos tienen que ir obligando a ello puesto que nosotros, consumidores natos, no parece que estemos muy dispuestos a ello a pesar de la sencillez de muchas de las prácticas (o éstas). Por ejemplo se vuelven a encender las luces navideñas con antelación y la mayoría de gente que conozco piensa que es algo "bonito" que da una imagen diferente de la ciudad.
Esta idea de los "hogares verdes", todavía en pañales, estoy convencido que será una realidad en el futuro (ya hay blogs específicamente dirigidos a este fin). Los medios son aun escasos (casi es más propaganda que otra cosa), pero abren una puerta al cambio (como siempre en nuestro país dirigido desde arriba, la sociedad civil sigue yendo un poco por detrás)