sábado, 12 de enero de 2008

Himno nacional

Veo en la prensa digital la entrevista que hoy publica El mundo a uno de los jueces que forman el llamado "sector progresista del Consejo General del Poder Judicial". La persona en cuestión es Monserrat Comas. Preguntada por la cuestión del himno nacional, responde:

Me hace llorar Els Segadors. Y me da pena el Viva España, que simplifica la grandeza y el pluralismo de esta España. Acabo de ver la letra del himno nacional. Es cursi, empalagosa, patriotera y machista, porque usa el masculino de forma abusiva e ignora que la mitad de la sociedad somos mujeres. Si el consenso tiene que ser en base a esta letra, vamos listos.

Dos temas. Sólo abordaré uno. El del machismo es tan pueril, tan empalagoso y cursi que lo dejo para otra ocasión. Reclamar la paridad en el himno, reclamar la paridad en la lengua.
La letra de un himno resulta una cuestión menor cuando vemos el propio himno que hace "temblar" a doña Monserrat. Con él no creo que acometa ningún proceso de depuración lingüística o moral. Es un himno escrito a finales del XIX que nos habla de violencia, de poder, de orgullo patrio. Hoy sería algo inconcebible.
Un himno es esto o no es (véase el de Francia o el, también nuestro, himno republicano que nos remite al Cid, !qué diría doña Montse¡). Queremos un himno políticamente correcto, que iguale a las mujeres, que reconozca la "pluralidad de estas tierras" (no debería aparecer la palabra España tantas veces. No encuentro las llanuras castellanas y sí los verdes valles y el inmenso mar), intelectualmente elevado, pegadizo,...
No creo que a doña Montse le moleste tanto la letra cuanto la idea que se defiende detrás. Todo himno es una exaltación de la unidad de un país, del orgullo de su pertenencia a él, se repite de forma casi inconsciente (¿irracional?) como un "himno de fútbol". Es evidente que ella no siente esto, al menos por España y sí por Cataluña. Un himno remite a nuestras pasiones, trata de sacarnos de nuestra racionalidad, pura sentimentalidad. Pertenecer a España, para algunos, es hoy un acto administrativo. Cantar el himno será una nueva obligación administrativa.
Los que no somos muy proclives a himnos y banderas hemos de reconocer que la "patria" no es solamente una cuestión de voluntariedad, de unión de voluntades dispuestas a vivir bajo una mismas leyes. Es evidente que esta visión fría debe aderezarse con un cierto sentimiento o no nos quedaría nada. Esta pugna razón - sentimiento que nos traemos hoy ¿dónde nos debería quedar? No podemos preguntar a Arguiñano porque le gusta mucho el aliño. Algo de ajo ma non troppo.

En fin, creo que nos tendríamos que haber quedado con nuestro chunda, chunda en estos tiempos tan escrupulosos con el lenguaje y tan sensibles a los colectivos minoritarios. Espero que, al menos, el señor autor de la letra gane algo con todo esto.

Apéndices:
Traducción de Els segadors

¡Cataluña, triunfal,
volverá a ser rica y grande!
¡Retrocedan esas gentes
tan ufanas y arrogantes!

¡Echad mano de la hoz!
¡Echad mano de la hoz, en defensa de la tierra!
¡Echad mano de la hoz!

¡Llegó la hora, segadores!
¡Hora es ya de estar alerta,
y para el próximo junio
de templar las herramientas!

(estribillo)

¡Que tiemblen los enemigos
al ondear de la enseña:
como las espigas de oro,
así caerán las cadenas!

(estribillo)

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