jueves, 29 de noviembre de 2007

Mierda



Leo en el periódico las noticias sobre una nueva exposición de arte que tiene como materia prima mierda humana procedente de la India. En el artículo se vuelve a insistir sobre el tema de la provocación, "epatar al burgués" como decían los dadá. Me parece que ya estamos de vuelta. Estoy cansado de ser epatado por mierdas, obras de teatro clásicas actualizadas con mierda actual y demás excrementos. Lo de la mierda resulta ya antiguo (recordemos a Manzoni y su mierda enlatada, aunque hoy haya dudas. En este caso, al menos, el artista ponía su propia materia prima. La globalización ya nos obliga a sacar la mierda de otras partes). Dadá ocurrió hace muchos años para desgracia de artistas.

El arte parece ser un más difícil todavía, un "no se vayan todavía que aun hay más". La falta de criterios, la libertad extrema que caracteriza este mundo abre las posibilidades. Un sanedrín de entendidos nos explica por qué una mierda sí es una mierda y la otra no lo es sino más bien una metáfora de la existencia. La comisaria de la exposición nos habla del intento del artista por llamar "la atención sobre las situaciones más inhumanas del mundo, como la supervivencia del régimen de castas en la India". Es lo primero que se me ocurrió.

Las instituciones fomentan la práctica como signo de modernidad, de avance, de rechazo de cualquier limitación a la libertad creativa. Todas las comunidades o ciudades de cierta enjundia deben contar con un museo de arte contemporáneo. Y estos artistas del espectáculo vienen estupendamente para levantar el vuelo.

Lo sorprendente es que, ahora mismo, criticar estas "mierdas" es lo realmente provocador. Atacar estas manifestaciones es lo que realmente va contra esta burguesía que desea ser epatada. El progreso es irresistible y ambiguo. No podemos resistirnos... a nada.

Para Astrud, casi todo era una mierda.


Pd. Debemos buscar las veces que el autor utiliza la palabra mierda y encontrar una posible explicación metafísica al hecho.

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